¿Serías capaz de abandonar a tus padres-adultos mayores?

Si eres de esas personas que considera que no tiene responsabilidades con sus padres ancianos, revisa tu historia de vida y llega a una conclusión. ¿Serías capaz de abandonar a tus padres-adultos mayores?

Erika Otero Romero

Quiero comenzar este artículo contando una historia de la vida real:

Conozco a una mujer que perdió a su esposo por negarse a abandonar a su madre viuda. Por años, mientras era soltera, trabajó con ahínco, junto con sus hermanos mayores, para ser apoyo económico de su mamá. Años después, cuando se casó, al igual que el resto de sus hermanos, se negó a dejar desprotegidos a su madre y a su hermano menor, y los cobijó en el hogar que su esposo estaba pagando; eso le trajo problemas que ocultó a su madre por no amargarle la vida.

Con el tiempo, su madre, al ver la cantidad de problemas que su hija tenía, se mudó a vivir con otra de sus hijas, y con mucho pesar la primera la dejó ir, no sin antes asegurarle que no dejaría de estar al tanto de ella; tal como sucedió.

La anciana madre de ese par de mujeres vivió con otra de sus hijas hasta casi el final de sus días, pasando temporadas vacacionales en las diferentes casas de sus hijos; eso hacía que pasara tiempo con todos. Cuando llegó el fin de su vida, sus hijos tuvieron la satisfacción del deber cumplido y de haber amado a su madre por encima de cualquier dilema que la vida les hubiera ofrecido.

Cruel realidad la de muchos padres adultos mayores

Da tristeza pensar que hay una gran cantidad de personas que consideran que sus progenitores son “seres desechables” cuando llegan a cierta edad. En el mejor de los casos los dejan en asilos para ancianos, pero he visto a algunos abuelos que son abandonados a su suerte, y abandonados en la calle sin piedad.

Hace poco tiempo el gobierno de Colombia propuso una ley que obliga a los hijos a hacerse cargo de sus padres en todos los aspectos. Resulta incomprensible que un gobierno se vea en la necesidad de instaurar una ley para hacer responsables a los hijos por sus padres y así protegerlos del abandono, cuando ver por ellos debería ser un acto de amor tan natural como el que los padres hicieron al traerlos al mundo, criarlos y dar lo mejor por ellos.

¿Hasta dónde llega la responsabilidad de los hijos con sus padres ancianos?

Si me lo preguntan a mí, esta responsabilidad va hasta más allá de la muerte. Partamos del principio de que le debes la vida, buena o mala, es gracias a ellos que hoy estás donde estás.

Es cierto también que muchos “padres y madres” no merecen ser llamados de tal manera, porque lo único que hicieron fue engendrarte y nada más; tu crianza, educación y amor quedó a manos de tus tíos o abuelos (o incluso de alguna institución de beneficencia) y sientes que si debes algo es a ellos; pero no olvides la humildad, haz por tus progenitores lo que no hicieron por ti y dales ejemplo de tu naturaleza noble y diferente.

¿Qué deben hacer los hijos por sus padres?

Antes de empezar, quiero decirte que nada es obligación, hazlo por amor o porque es tu deseo:

1. Respetarlos

Recuerda que de una u otra manera son mayores que tú en muchos aspectos de la vida, no solo en edad, sino en conocimiento y sabiduría que, dicho sea de paso, te los han inculcado desde niño; eso ya es más de lo que cualquier otra persona ha hecho por ti.

2. Proveerles lo necesario para vivir

Aunque no les puedas tener bajo tu propio techo, asegúrate de que tengan una vivienda digna, alimentos y lo necesario para vivir. Por lo general, los padres suelen tener sus propios hogares, entonces es cuestión de ver cómo puedes ayudarlos.

3. Visítalos o contáctalos con regularidad

No cuesta nada en lo absoluto levantar el teléfono y hablar un rato de manera amena con ellos, o visitarlos por lo menos dos veces al mes. No sabes cómo esperan poder compartir tiempo precioso con sus hijos y nietos.

Algo importante que debes tener en cuenta es que vas a estar en algún momento de tu vida en donde tus padres se encuentran ahora: da a tus hijos un buen ejemplo de amor, protección y bienestar a través de lo que hagas por los adultos mayores que amas y no esperes a que una ley te obligue a dar lo que, por amor, debería ser natural ofrecer. Si quieres ahondar en estos temas, te invito a leer los siguientes artículos:

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Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.