Tu tarjeta de crédito es un arma de dos filos. ¡Úsala para tu beneficio!
Usar la tarjeta de crédito no es complicado. Aprende a usarla mejor, siguiendo estas sencillas recomendaciones.
Emma E. Sánchez
Una tarjeta de crédito es un instrumento financiero muy popular y útil en la actualidad. Un banco o alguna otra institución financiera la proporcionan con una línea de crédito por una cantidad definida.
Nos debe de quedar muy claro que ese dinero no es dinero extra y ni por error debemos pensar que es nuestro. Es un préstamo y por lo tanto es una deuda que debemos pagar. El banco nos presta ese dinero que podemos pagar en un determinado periodo de tempo sin recargos pero una vez que llega la fecha de pago y no hemos cubierto nuestra deuda, se nos hace un cargo adicional de interés y es aquí donde los problemas inician. Así que para evitar problemas innecesarios ten presentes estas recomendaciones:
1. Conoce tu estado de cuenta
Muchas personas tienen el mal hábito de recibir un estado de cuenta, verlo de arriba abajo y tirarlo a la basura. ¡Grave error! Tu estado de cuenta te da mucha información que te sirve para organizar mejor tus compras, tu presupuesto y evitar pagar recargos innecesarios. Revisa especialmente y anota en tu agenda datos como: fecha de corte, fecha límite de pago(es una fecha muy importante pues si te pasas pagarás un recargo) y el pago mínimo(que es la cantidad que debes pagar como mínimo para evitar recargos). Además debes cuidar no tener retrasos y revisar la descripción de operaciones, pues puede suceder que detectes gastos que no has hecho. Y sobre todo ¡no tires a la basura tus estados de cuenta! porque te puede suceder esto: Robo de identidad: un delito muy cercano a ti.
2. No llegues al límite de tu tarjeta
Cuando se realizan estudios personales para otorgarte un crédito o un préstamo, se revisa qué tanto control tienes sobre tus finanzas, la puntualidad de tus pagos y por lo tanto tu responsabilidad en manejar adecuadamente la cantidad de dinero que se te ha otorgado. No gastes solo por el hecho de poder hacerlo.
3. Conoce las promociones, puntos por compras u otros beneficios
Con frecuencia los bancos manejan promociones en las que de cada compra te otorgan una serie de puntos o porcentajes que puedes usar en otras compras ¡aprovéchalos! A veces te toma tiempo darte de alta en esos servicios y promociones, dedícale unos minutos y date de alta, tendrás beneficios a la par del crédito.
4. Lleva un control de cada una de tus tarjetas
Si eres de las personas que tiene más de una tarjeta, sé muy cuidadosa en llevar tus registros en orden. Puedes usar de manera alternada unas y otras para mantenerlas activas y evitar la cancelación de tus créditos por desuso. Y nunca, nunca, cometas el error de saturar todas.
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5. No pagues el mínimo
Muchos creen que pagando estrictamente el mínimo su crédito será sano, pero esto también puede ser engañoso, pues la deuda crece con el tiempo y sin que te des cuenta estarás pagando intereses que no deseas. Procura pagar un poco más del mínimo siempre, eso disminuirá tu deuda y a la larga el tiempo de pago.
Cuando tienes una tarjeta de crédito, lo ideal es que si compras algo, lo pagues totalmente dos días antes de la fecha límite de pago, así de sencillo. Úsala, compra, planea tus pagos y liquida tu deuda a la brevedad. Tu crédito será sano y en el caso de tener una emergencia o una buena oportunidad que no puedes dejar pasar, estarás preparada para salir avante.
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Y por último, recuerda que “el crédito se inventó para cubrir nuestra poca fuerza de voluntad y no poder ahorrar” ¿Qué opinas de esto?