Un matrimonio con dos culturas es posible
Si tú eres de este lado del mundo y el del otro, no hay problema, puede funcionar.
Denhi Chaney
Con la frecuencia con la que las personas viajan, aprenden idiomas y se van a vivir a otro país, no es sorprendente que los matrimonios y las familias biculturales sean mucho más comunes hoy en día que hace veinte o incluso diez años. Este es mi caso, nacida en México me vine a estudiar mi carrera a los Estados Unidos, donde conocí a mi esposo, quien nació en Washington. Ha sido interesante ver cómo dos culturas se pueden convertir en una para crear una familia única y especial.
Para ser sincera, un matrimonio es difícil con dos personas de la misma cultura, ya que técnicamente no solo son dos personas distintas sino que vienen de dos familias diferentes. Si a la hazaña se le añade la diferencia de cultural, es un hecho que la relación presentará algunas dificultades. Sin embargo, estas dificultades se pueden navegar con más facilidad si sabemos y hacemos algunas cosas antes de tener este tipo de relación.
1. Tómate tu tiempo
Creo que este punto es importante para cualquier pareja, pero en especial para aquella en donde existen dos culturas. Tómate tu tiempo para conocer a fondo a tu pareja antes de tomar la decisión de casarte. Aunque parezca que este punto no tiene nada que ver con un matrimonio de dos culturas, los desafíos serán aún mayores si no se conocen primero como personas.
2. Conoce la cultura del otro
De la misma forma en que te tomas tu tiempo para conocer a tu otra mitad, es esencial que también te tomes tu tiempo para conocer y entender su cultura. Esto implica entender un poco de la historia, el idioma (si es diferente), la comida, la música, y las tradiciones, pues todas estas afectan la forma en la que tu pareja piensa y lo que espera de ti y de la relación matrimonial.
3. Adopta las dos culturas
En mi hogar somos verdaderamente biculturales ya que hemos adoptado tradiciones de las dos culturas —aquellas que significan más para nosotros— y las hemos adaptado a nuestra vida familiar; ahora las celebramos con nuestros hijos. De esta forma te recomiendo que conversen sobre cuáles son sus tradiciones favoritas y cómo piensan adaptarlas a su familia.
4. El conflicto tiene su historia
Esto sucedía más al principio de nuestro matrimonio, pero no me tomó mucho tiempo para darme cuenta que muchos de nuestros conflictos estaban directamente relacionados con la diferencia de culturas. Cuando tienen un conflicto es importante entender que muchas veces este tiene su raíz en la diferencia de culturas. Es importante hablar de estas diferencias no para establecer cual es superior a la otra, sino para entender la posición del otro y de esa forma lograr empatía: estar de acuerdo en estar en desacuerdo.
Con un poco de paciencia un matrimonio en donde dos culturas distintas se vuelven una es posible. Es maravilloso ver la riqueza de costumbres y tradiciones que se encuentran en tales hogares y en el legado que se les deja a los hijos cuando cada quien no solo ama su cultura sino que respeta y valora la cultura del otro.