Ventajas y desventajas de tener un esposo menor que tú
¿Eres mayor que tu cónyuge? Este artículo habla de lo que tienes a favor y en contra en una relación de este tipo.
Erika Otero Romero
Este es un tema un poco complicado de abordar. Socialmente estás acostumbrada a ver muchas parejas donde los hombres suelen ser mayores por pocos o muchos años a sus compañeras, a esas parejas casi nadie las ve con ojos recriminatorios ya que, como expuse antes, no solo es una situación a la que visualmente la sociedad está acostumbrada, sino que con la maternidad las mujeres envejecen más rápido que los hombres. Acaso por ello, cuando las relaciones donde la mujer suele ser unos años mayor al hombre, la recriminación es la orden del día.
Lo cierto es que ese tipo de parejas va en aumento, pese a eso es necesario conocer las implicaciones de una relación en esos términos, para así hacer posible cambiar los esquemas mentales.
Por qué se dan las relaciones de ese tipo y aspectos a favor
Quizás ese tipo de relaciones tienen que ver con cubrir la crisis de la edad madura: necesidades psicológicas insatisfechas y que su relevancia no implica la atracción física sino que va ligado a la atracción que genera la madurez, la experiencia y poder que representa tener como pareja a una mujer mayor.
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Pese a las maravillas expuestas antes, los puntos en contra son varios y te interesará conocerlos antes de embarcarte en ese tipo de relación.
1. Si buscas formar una familia estable
En este caso depende mucho de la mentalidad de tu pareja. Es probable que si te ama de verdad no le importe mucho el hecho de ser menor que tu unos 5 años, pero la situación puede complicarse si la diferencia es de 10 años, ya que él puede llegar a estar más interesado en conseguir una promoción en su empleo o comprarse un automóvil nuevo que en tener hijos.
En este caso lo que puedes hacer para no sufrir una decepción afectiva es hablar con él sobre el tema antes que la relación se torne más seria, así un rotundo “no quiero tener hijos aún” no te tomará por sorpresa.
2. Si tienes hijos varones adolecentes o adultos jóvenes
Punto delicado. Acá debes tener mucho cuidado ya que tu relación amorosa podría afectarlos de manera negativa y así deteriorarse la relación que tienes con tus hijos, ¿por qué? Ellos pueden ver a tu pareja como franca competencia y es probable que se presenten grandes y graves mal entendidos que seguro deseas evitar tanto para el bien de ambos afectos, el de pareja y el de hijos.
Lo lamento, pero ante éste panorama es factible que debas hacer una elección. Pregúntate que es más importante para ti y que tanta puede ser la rivalidad que surja entre tu compañero y tus hijos adolescentes principalmente y según la perspectiva elige a conciencia.
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3. Si tienes hijas adolescentes o adultas jóvenes
La situación tiende a ponerse más delicada si de esto se trata, ya que puede suceder una de estas dos situaciones.
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Puede surgir una relación entre tu hija y tú pareja sin que te des por enterada, lo cual sería devastador para ti y destruiría a tu familia.
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Es muy frecuente que, si una mujer tiene una la relación complicada con su hija, ésta juega a intentar conquistar a la pareja de su madre para así competir con ella o demostrase a sí misma que es una “mujer” atractiva.
La sugerencia es la siguiente, piénsatelo mucho. Siendo una mujer mayor y responsable, creo que serás capaz de organizar tu lista de prioridades. Si bien eres mujer y tu felicidad es importante, también elegiste ser madre y es ahí cuando debes equilibrar el placer con el deber.
Te quiero dejar algo claro: antes de iniciar una relación de este tipo, piensa bien las implicaciones que puede tener para tu vida, la persona que eres, tus sueños y expectativas, pero también la manera cómo afectará a quienes te rodean, especialmente tus hijos (si tienes).
Es relevante que sepas que por lo general la mujer madura emocional y mentalmente más pronto que los varones y eso te ubica en una perspectiva de más peso respecto de pensar en las cosas de tu vida en términos de seguridad personal y afectiva.