Las 3 principales quejas de los esposos, tras la llegada de los hijos
En el matrimonio ocurren cambios físicos y emocionales que son inevitables, tras el nacimiento de los hijos. Lee este artículo y descubre cómo evitar que estos cambios afecten tu matrimonio.
Shaysiu García
Después de la llegada de los hijos, tu matrimonio pasará de un antes a un después. No solo tu cuerpo y tus emociones cambian, también las prioridades: la demanda de tiempo y hasta el bolsillo pasa por un proceso de transición. El hombre, aunque físicamente no experimente ningún cambio, en muchas otras áreas se ve afectado.
Antes de la llegada de los hijos, toda la atención de la mujer estaba centrada en su pareja; al dar a luz a un bebé, la demanda de tiempo aumenta y todas las muestras de amor que le pertenecían al cónyuge, pasan a ser ahora del recién nacido. El marido pasa a un segundo plano.
Aunque no lo creas, tras el nacimiento de los hijos, durante los primeros años el hombre se siente desplazado por su los niños. Siente que lo único importante para su esposa es el bebé y que ya él no es tan valioso, aun cuando experimente la felicidad de ser padre. Muchos hombres han expresado su descontento por los cambios de sus esposas al convertirse en madres. Te mencionaré los más comunes, para que en lo posible evites cometer estos errores, aplicando las siguientes estrategias:
1. Disminuyen las relaciones íntimas
Esta podría ser la queja número uno de los hombres: “¡Mi mujer ya no hace el amor tanto como antes, ya no me desea!” Si no es el cansancio, es la falta de tiempo o ganas, pero siempre algo se interpone para estar juntos.
Tras dar a luz, la mujer de por sí experimenta un cambio físico que en muchos casos afecta su parte emocional. Su cuerpo ya no es el mismo de nueve meses atrás y esto puede hacerla sentir menos atractiva; sin embargo, he escuchado casos de mujeres que sienten cómo su cuerpo pasa de niña a mujer y se sienten más seguras y fuertes.
Pero no solo por la variación de peso ellas cambian, el cuerpo en sí experimenta un cambio hormonal que es el principal factor que hace que se produzca el resto de los otros cambios, tanto en la piel, el cabello y órganos. Emocionalmente, también sus estados de ánimos varían de un momento a otro, debido al proceso hormonal. Esta puede ser una de las razones por las cuales no sientes deseo o ánimos de estar con tu esposo, sobre todo durante el periodo post parto. Solo será cuestión de tiempo, no te preocupes, pero debes hacer saber a tu esposo que es parte de los cambios hormonales que estás viviendo, y no por falta de amor.
A veces la lejanía íntima también ocurre por falta de tiempo y que los niños invaden la privacidad de los padres, cuando se pasan de cuarto a dormir con ellos. Esto sucede mucho durante los primeros años de vida de los hijos: es posible que no exista un momento para estar solos, ni siquiera a la hora de dormir.
Si este es tu caso, te sugiero escaparte una vez por semana. Escoge un día para tu esposo y para ti, donde puedan pasar tiempo de calidad juntos, compartiendo de manera romántica, como lo hacían antes de ser padres. En otro caso cualquier momento y ocasión es válida para dar un beso, aun cuando estés sacándole los gases a tu bebé; recostarte sobre su hombro aunque estés amamantando o expresar con palabras lo que ahora no puedes mostrar con hechos. Ingéniatelas y demuéstrale a tu amado lo valioso que es y lo feliz que eres estando junto a él.
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2. Abandono de la apariencia física
La queja numero dos: “¡Ya mi esposa no se arregla para nada! ¡No se cuida, no se parece a la mujer con la que un día me casé!” Durante el primer lapso, la causa principal podría ser también la falta de ánimo, cansancio acumulado o posible depresión post parto. Pero también es cierto, que muchas mujeres se excusan con la falta de tiempo por la presión de ser madres, esposas y hasta profesionales a la vez. Es así cómo, sin darse cuenta, descuidan totalmente su imagen personal por un buen rato.
Si este es tu caso, despójate de todo aquello que te impida verte bien, no hay pretextos para no lucir hermosa. No importa los kilitos de más, ni la falta de dinero extra, con una buena actitud y confianza en ti misma, siempre podrás lucir como una reina. Recuerda cómo te preparabas para ver a tu novio, ahora esposo, y lo bella que él te encontraba al llegar a casa. Si se te complica, crea una rutina de ejercicios en casa o camina por las tardes, comienza a cuidar tu alimentación, prepara recetas caseras para mejorar el aspecto de tu cabello y piel, observa tutoriales de belleza y atrévete a sorprender a tu amado, como la primera vez. ¡Dile adiós a las excusas!
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3. Descuido del esposo
Cosas como: “¡Ya no me atiende, no me toma en cuenta!” Podría ser la queja número tres. Un hombre me contaba que su mujer ya no colocaba fotos con él en los perfiles de sus redes, solo con los niños. Quizás parezcan pequeñeces, pero a ese hombre le parecía relevante, como a otros el no cuidar de sus necesidades personales, emocionales o físicas.
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Tanto la mujer como el hombre necesitan atención y demostraciones de afecto para sentirse importantes en una relación. El apoyo y comprender las diferentes etapas del matrimonio juega también un papel fundamental. Saber que nosotras fuimos creadas para ser la ayuda idónea de nuestros esposos nos hará entender que en todo momento debemos tener la mejor disposición para ellos. Procura ser cada día no solo la mejor madre, sino también la mejor esposa.