5 maneras de mejorar tu ambiente de trabajo
La convivencia diaria en el área de trabajo con compañeros con los que puedes diferir en pensamiento, formación, gustos y opinión pueden crear un ambiente hostil y poco tolerable, aquí se muestran consejos para evitar es
Elitania Teresa Ruvalcaba Blancas
Estás mínimo ocho horas al día por cinco o seis días a la semana en tu trabajo. Tus jornadas laborales completas fuera de casa conllevan una constante y permanente convivencia en tu área de trabajo, complementadas a veces con la presión, el estrés y las situaciones personales de cada uno de los que trabajan contigo. Considerando que estás la mayor parte del tiempo en la oficina, los periodos de encierro pueden provocarte roces innecesarios con tus jefes y compañeros, y cada vez te vuelves menos tolerante a situaciones hostiles.
Te dicen que la gente con la que convives fuera de casa se convierte en tu segunda familia, y esto implica que compartas con ellos situaciones personales felices, tristes y conflictivas con todos los matices de tu estado de ánimo; además de aquellas con las que se puede perder el control ante situaciones propias de tu ambiente laboral. Pero ¿cómo puedes mantener una relación cordial ante esto? No es una tarea fácil pero tampoco es una misión imposible.
1. No mezclar las situaciones laborales con las personales
Las cuatro paredes de la oficina no te dejan exento de percibir lo que sucede fuera ni dejar de lado las preocupaciones de tu entorno familiar y social; pero la vida que te aguarda afuera te estará esperando para cuando termines tu jornada, así que enfócate en tus labores y pon en “pausa” por un rato aquello que en ese momento no puedes solucionar. De no hacerlo, ni cumplirás con tus deberes, ni arreglarás tus asuntos personales. No terminarás con las presiones familiares y crearás conflictos en el trabajo.
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2. Cumplir con tus funciones sin excusa
Cada persona en tu equipo de trabajo tiene funciones y deberes específicos, y considerando que una organización es un conjunto de engranes que hace mover una máquina, en el momento en que uno falla, como cadenita se irá alterando el ritmo y control. Por lo tanto, para evitar atrasos hay que cumplir con tu función.
3. Cordialidad y respeto
Ante todo siempre hay que conservar la cordura y tener actitud de compañerismo. En periodos de mucha presión, es muy fácil perder los estribos y más si no sabes cómo controlar tu carácter y el de los que te rodean. Debes tener buenos hábitos de educación, y, ante todo y sobre todo, siempre utilizar las palabras mágicas “por favor y gracias”.
4. Tomar y respetar los tiempos fuera
Por mucho que te prepares mentalmente a no sufrir un colapso, habrá momentos en que te sientas como una olla de presión, con una gran acumulación de estrés a segundos de explotar. Cuando sientas que estás a punto de sufrir una crisis, date 5 minutos fuera como mínimo. En ese tiempo aíslate del ambiente tenso y respira profundo, piensa que con una actitud negativa solo obtendrás resultados negativos. Y explícales a los presentes qué es eso de “5 minutos fuera” y la necesidad que tienes de ausentarte ese tiempo.
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5. Entablar una buena comunicación
En ocasiones, la misma convivencia diaria te permitirá entablar con algunos de tus compañeros una relación que traspasa el umbral de lo laboral convirtiéndose en amistad. La comunicación y la confianza se transforman en un aliado eficaz, pues en situaciones la opinión, el punto de vista y el enfoque diferente te ayudarán a ubicarte cuando haya roces con otros individuos.
No te puedo prometer que al seguir estos consejos todo sea perfecto, pero sí te aseguro que te sentirás más cómodo y relajado en tu ambiente laboral. Lamentablemente no podemos cambiar a las otras personas, pero podemos dar el ejemplo con nuestra actitud.
