¡Hay un bebé recién nacido en casa! 5 recomendaciones para tus familiares y amigos

Cuando nació mi primera hija, lo último que quería eran visitas pero la familia y amigos ¡ya estaban en la puerta! Si a ti te pasa igual, envía este articulo a todos ellos ¡ya!

Emma E. Sánchez

No me mal entiendas: claro que me gustaba que la familia y amigos quisieran conocer a nuestra pequeña, pero ¡todo era nuevo! Había tantas cosas por hacer y entender, que por momentos me sentía abrumada. Conforme nacieron mis otras hijas, las cosas resultaron más fáciles, pues ya sabía muchas cosas y estaba en mayor dominio de algunas situaciones. Sobre todo, para entonces ya tenía la confianza de decir a las personas que querían visitarnos, que podríamos vernos algunos días más adelante, pues en ese momento quería descansar o hacer cualquier otra cosa con mi bebé y la familia. Si acaso estás en una situación como esta, y tienes alguna de las siguientes necesidades o sentimientos, no dudes en comunicarlos a quienes te rodean.

1. Necesidad de descanso

Tener un bebé es toda una proeza física y emocional, por lo que descansar y dormir algunas horas de corrido, se vuelve todo un lujo. Si a esto le añades una cesárea, complicaciones de cualquier tipo y un bebé que quiere comer a todas horas, que duerme poco y llora mucho, cualquier momento es vital para aprovecharlo y dormir un poco. No dudes en aprovechar los pequeños tiempos libres para descansar y recuperarte de los desvelos.

2. Deseo de estar a solas con tu esposo y bebé

Una de las experiencias más hermosas y fortalecedoras del nacimiento de un bebé, es cuando el padre, la madre y el pequeño se unen, se abrazan y se sienten por primera vez como una familia completa. Es un sentimiento único y se puede perder la posibilidad de disfrutarlo si hay parientes o amigos que debes atender, que hacen ruido y que impiden ese maravilloso tiempo a solas.

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3. Amamantar a tu bebé requiere de tiempo y paciencia

Para las madres primerizas, amamantar es toda una experiencia que pone a prueba muchas de sus capacidades. Puede no ser fácil en un primer momento, ser doloroso y batallar mientras encuentras la postura más cómoda para ambas partes. Si hay dificultad para que la leche aparezca o el bebé se acomode, la madre puede llegar a estresarse, sentirse presionada por su propia madre, la enfermera o el padre, situación que no es deseable para ninguna mujer. No te sientas presionada de recibir vistas o ayuda por muy insistentes que puedan ser tus familiares o amigos, tú decides a quién ver y cuándo.

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4. No quieres recibir vistas para no tener que vestirte o arreglarte

No te sientas presionada de quitarte el pijama que tan cómoda te queda, si aún te sientes un poquito inflamada o agotada, date unos días de descanso y poco a poco ve retomando tu ritmo de vida. Sin embargo, es importante que no te quedes en camisón todos los días, báñate, arregla tu cabello y ponte muy bonita aunque estés en casa y nadie pase a visitarte. Esto te ayudará a evitar la depresión post parto y a re integrarte al mundo.

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5. La casa está desordenada

Sin duda, se agradece más una visita que llega ayudar y ser útil, que una que llega a sentarse y esperar ser atendida. Si alguien quiere visitarte pero te apena el desorden, pídele que te ayude o que venga dentro de unos días.

El quehacer de la casa es lo último por lo que debes preocuparte los primeros días después del nacimiento de tu bebé, él, tu familia y tú son lo más importante.

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6. Las razones y motivos que tengas, son válidos

Estás formando una familia y eso requiere toda tu atención y energía. Si tienes otros hijos, a ellos también debes dedicarles tiempo para que conozcan a su nuevo hermanito y no se sientan desplazados cuando lleguen los parientes y solo muestren atención por el recién nacido. No dudes en ocupar tu tiempo en las situaciones que consideras prioritarias.

Al vivir todo esto, he entendido que las personas que nos rodean pueden ser muy comprensivas y aceptar que una familia nueva requiere tiempo e intimidad, así como que la amistad y confianza se vuelve mayor cuando eres sincera en manifestar lo que quieres o necesitas. También he aprendido a ser prudente cuando ahora soy yo y mi familia quienes visitamos a alguien que ha recibido a un nuevo integrante en su familia.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.