Bajar de peso inicia en la mente
La mente todo lo puede, inclusive ayudarte a bajar de peso, ¿quieres saber cómo?
Emma E. Sánchez
Sin entrar en detalles te voy a platicar que mido 1.70 m y que hubo un día en el que rebasé los cien kilogramos de peso; tenía treinta y ocho años, tres hijas adolescentes, y junto a mi esposo buscaba consolidarme profesionalmente y cimentar nuestro patrimonio familiar. No me preguntes cómo fue que gané tanto peso en cosa de dos o tres años, porque yo misma no lo sé a cabalidad, solo recuerdo que comencé a comprar ropa más y más grande, que al bañarme ya no podía ver mis pies y que las venas de mi pierna derecha comenzaron a reventarse.
Fue justamente este último detalle el que me hizo recapacitar en lo que le estaba haciendo a mi cuerpo. Me encontré en una sala de emergencia, con un abultamiento en la pierna poco arriba de la rodilla con un abultamiento en la vena del tamaño de un apelota de golf, me drenaron la sangre, me inyectaron e hicieron cuanto tratamiento de seguridad el médico determinó. Al tener la situación controlada el médico me dijo: “El angiólogo la verá dos meses para la cirugía, porque al paso que va ganando peso, pronto la flebitis acabará con usted”.
Me fui a casa triste, enojada pero con el coraje necesario para cambiar el ritmo y forma de vida que había estado llevando hasta entonces. Me propuse llegara mis cuarenta años en excelente forma ¡y lo logré! Bajé 30 kilos en un año, mis piernas lucen bien y jamás me presenté a la cita con el angiólogo. Te comparto mi secreto:
La mente puede ayudarte a bajar de peso
¿Cómo es eso? Te invito a poner en práctica hoy mismo estas lecciones.
1. Aliméntate como una persona delgada
Muchas comemos de más por ansiedad, por socializar o porque simplemente tenemos la costumbre de llenar el estómago, así que a partir de este momento, vas a pensar en que debes alimentarte, no solo comer. Observa a alguna persona delgada que tengas cerca de ti, que se cuida, puede ser alguna amiga, un familiar, o una compañera de trabajo, la mujer que estamos buscando está cerca de ti, búscala, ella va a ser nuestra inspiración. Piensa, ¿cómo se alimenta una persona saludable?, ¿cómo se alimenta una persona delgada? La idea es que te veas a ti misma comiendo como si ya fueras una persona delgada y saludable. Con esa idea en mente, vas a cambiar tu manera de alimentarte. Yo acostumbraba, servirme una vez y otra más, ahora solo me sirvo una sola vez la mayor parte del tiempo.
2. Piensa que no tienes hambre
Cuando sientas la necesidad de comer, toma un vaso de agua y recuerda que no es hambre, es sed y que vas a esperar un poco hasta la hora de la comida. Aleja el pensamiento de “tener hambre”. No tienes hambre: quien habla es tu ansiedad y tu deseo de consuelo o auto gratificación inmediata. Distrae tu mente, no cedas al primer impulso de comer y llevarte cualquier cosa a la boca.
3. No excedas el punto de satisfacción
Come sentada, toma tu tiempo para disfrutar tus alimentos, presenta tu platillo con belleza y alimentos saludables, luego come despacio, con calma y sin prisa. No te sirvas una porción más, piensa que has comido lo suficiente y que te sientes satisfecha. Agradece la comida, no pidas postre y si la tentación de comer continúa, retírate de la mesa y continúa con tus labores.
4. Imagina lo bien que te verás
Cada una de nosotras, sabe cómo auto motivarse, a mí me funciona mucho imaginarme con un vestido que se me vea muy bien o imaginando lo bien que me sentiré cuando haya cumplido mis metas. Eso me ayuda a mantenerme en la ruta de mi recuperación. Cómprate un vestido de una talla menor a la que estás usando ahorita y pon una fecha en la que planeas te quede y tenlo a la vista diariamente. Busca motivarte de cualquier manera.
5. Eres una mujer fuerte e inteligente
Decide ser una persona saludable que se siente cómoda con su cuerpo. Decídelo, créelo y vive de esa manera. Tú eres una mujer inteligente que puede convencerse a sí misma de hacer lo necesario para tener la salud y la condición física que tú deseas.
Mi lucha por la salud y por mantener mi peso es diaria, hago ejercicio entre cuatro y cinco veces por semana, hay algunos días que me permito comer cosas deliciosas que no son del todo saludables, pero sin falta diariamente doy gracias por el alimento que tengo y lo consumo con alegría con mi familia y compañeros de trabajo regularmente. Ya son muy pocas las ocasiones en las que me sirvo una segunda ración o como de más. Establecer metas a corto plazo, conseguirlas y premiarme mis logros, me ha hecho ganar más confianza en mí misma y tener poco a poco grandes conquistas.
De todo corazón deseo que estas sugerencias puedan animarte a tener la figura que tú deseas, solo recuerda tú eres y tienes lo que tú has decidido para ti. Te invito a releer los siguientes artículos relacionados con el tema:
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