Los 3 grandes estresantes de la vida moderna

Identificar estos males es conocer al enemigo con el que nos enfrentamos, solo así podremos vencerlo.

Emma E. Sánchez

Me siento feliz y satisfecha con la vida que tengo y aunque sinceramente me gusta todo lo que hago, he experimentado en distintas ocasiones, momentos y hasta ciertos periodos de tiempo donde el agotamiento ha estado a punto de vencerme. Me he dado cuenta que las cosas más estresantes que cualquier persona puede experimentar, se resumen en cuatro grandes categorías, que al reconocerlas en nuestra vida y saber cómo nos afectan, podemos hacer cambios y minimizar su daño o suprimirlo. Sigue leyendo para conocer e identificar si tú estás padeciendo alguna de estas.

1. Exceso de trabajo

También conocido como el gran mal del siglo. Trabajamos en demasía buscando mejoras constantes en nuestra economía o realizar nuestros sueños, cuando lo único que encontramos es pérdida de la salud o relaciones sociales y familiares afectadas. Revisa tu agenda y trata de administrar tus tiempos, delega tareas, prioriza asuntos y sobre todo, no cometas el error de trabajar en tus descansos, vacaciones u horas extras. No vale la pena, ya que el avance logrado muchas veces es solo momentáneo, pues en cuestión de minutos nuevos y más trabajos llegarán, mientras que tu salud solo se deteriorará junto con tus nervios.

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2. Cambios

Un divorcio, una ruptura, un cambio de domicilio, el fallecimiento de un ser amado o cualquier otro cambio profundo, puede llegar a ser un factor de estrés muy fuerte. Si estás pasando por alguno de estos momentos y especialmente por algún cambio de tipo emocional, es fundamental que busques ayuda. Ya sea un médico, un terapeuta, un psicólogo o algún ministro religioso, es importante que cuentes con quien hablar y lograr procesar lo que te ha ocurrido. El cambio es bueno y necesario, por lo que aceptarlo y canalizarlo correcta y oportunamente, puede llevarnos a mejores niveles de vida y de madurez.

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3. Nuestros pensamientos

Tal vez no haya cosa más difícil que una persona pueda hacer, que dominarse a sí misma. Dominar el cuerpo y la mente ha sido la búsqueda de grandes sabios y pensadores a lo largo de los siglos, por lo que no es de sorprendernos que esta sea la solución para muchos —si no es que para todos— los problemas que generamos o a los que nos enfrentamos.

Aprende a identificar los pensamientos negativos que generas en tu mente y no los anides. Distrae la mente, piensa en otra cosa y sigue con tus deberes. Busca llenar tus pensamientos con cosas que te den ánimo, que sean positivas y que ofrezcan soluciones y no más problemas. La mente y el cuerpo se enferman por la mala calidad de nuestros pensamientos, así que no te generes historias o novelas en la mente, no compliques más los escenarios ni supongas lo que aún no es.

Haz ejercicio, ora y practica la meditación u otras formas de concentrarte en ti mismo y en tu bienestar.

4. Nuestro medio ambiente

Identifica todo aquello que te molesta y que está a tú alrededor. Puede ser el ruido constante, el ajetreo interminable, los olores fuertes, la gente bulliciosa, las fábricas, en fin, todo aquello que te incomoda. Una vez que lo hayas hecho, tienes dos opciones: cambiarte de sitio o aprender a aceptar las cosas y vivir con ellas. Cuando algo te molesta y comienza a estresarte, respira con calma, una y otra vez despacio y buscando relajar los músculos de los hombros, el rostro y las piernas. Respira, la respiración hace maravillas. Cierra los ojos mientras lo haces y verás que poco a poco te relajarás y aprenderás a vivir con lo que te rodea y que no está en tus manos cambiar.

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Tu bienestar es vital, tú eres fuente de mucho bien para los que te rodean y por eso vale la pena cualquier esfuerzo para estar bien.

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Emma E. Sánchez

Pedagoga y Terapista familiar y de pareja. Casada y madre de tres hijas adultas. Enamorada de la Educación y la Literatura. Escribir sobre los temas familiares para ayudar a otros es mi mejor experiencia de vida.