5 cosas que debes enseñarle a tu hijo para que sea un adulto exitoso
Educad a los niños y no será preciso castigar a los hombres. Pitágoras
Yordanka Pérez Giraldo
¡Cosa difícil es ser padre! Debes ser cariñoso y firme, estar para tus hijos y, al mismo tiempo, dejarlos cometer sus propios errores. Es preciso pensar en todo lo que deben hacer hoy y prepararlos para lo que serán mañana; amarlos como la parte de ti que son y, a su vez, entender que deberás dejarlos ir.
Como padres, las principales preocupaciones sobre la crianza de sus hijos por lo general se concentran en sus necesidades inmediatas: cuidarlo si enferma, apapacharlo si llora, alimentarlo cuando tiene hambre y llevarlo a la cama cada noche. Sin embargo, hay cosas muy importantes que debemos enseñemos a nuestros hijos para prepararlos para la edad adulta y que no son prioridad hasta que es demasiado tarde. La vida es todo: lo bueno y lo malo, y así como no hay personas perfectas, tampoco hay absolutos. Sin embargo, un adulto responsable y confiable debe, entre otras cosas, ser una persona con bases sólidas y rumbo claro.
Por ello, tú que eres padre, abuelo, profesor o hermano mayor, si estás al cuidado de un niño, he aquí lo que te aconsejo para que lo incluyas en la educación que les estés dando:
1. Planificar
Primero que nada, desde pequeños sería recomendable criar a los hijos con un plan de vida. ¿Qué desean ser cuándo sean grandes, cómo les gustaría verse? Debes alentarlos en sus sueños y orientarlos para que puedan alcanzarlos. Por lo general, pensamos que como son aún niños, seguramente no es serio eso que sueñan para cuando sean mayores, así que los dejamos a su suerte hasta que se diluyan en la desidia todos sus planes. Luego, cuando nos damos cuenta ya son demasiado grandes para iniciarlos en las cosas que anhelaban y todo queda en el “hubiera”.
2. Ahorrar
Sí, ahorrar. No es la primera vez que hablo de este tema, aunque por lo general los consejos sobre ahorro caen siempre en saco roto. Y es que la mayoría de las personas vivimos al día y pareciera que más allá de quejarnos al respecto, no nos interesa hacer algo diferente. No te engañes, no sólo se trata de los malos sueldos, sino de que no tenemos una educación sobre prever para el futuro, y así como llega todo, se va. A veces, le apostamos a que mientras haya fuerza podemos intentar salir adelante, y el problema aparece cuando los años pasan y encontrar empleo no es tan fácil. Por ello, enseña a los niños no solo a planear el futuro, también enséñale a ahorrar.
3. Amarse a sí mismos
No te equivoques, decirle a tu hijo que es el más guapo o guapa no es enseñarle a amarse. Una persona que se ama se respeta, confía en sus capacidades y se esfuerza para que todo lo que hace vaya siempre con el sello de que fue bien hecho. Una persona que se ama también ama a sus semejantes, porque los ve como iguales.
4. Conocer sus derechos y obligaciones
Enseñarles a los hijos cuáles son sus derechos es muy importante. No me refiero a sus derechos como hijos nuestros, sino a sus derechos como seres humanos. El derecho a ser tratados con respeto, a ser escuchados, a expresarse con libertad, a no ser violentados, a una vida digna y sin miedo.
Y por supuesto, no hay derecho sin obligaciones. Es tu deber educar a tus hijos sabiendo que ellos también tienen obligaciones: para contigo como hijos y para con la sociedad toda. La obligación de cuidar su entorno, de respetar las leyes y a los demás, la obligación de estudiar y de esmerarse en ser el mejor hijo y el mejor ciudadano posible.
5. Pensar por sí mismos
Algo más que debes enseñarles, es a pensar por sí mismos. Educa personas curiosas, que cuestionen, que no se queden en las apariencias, que no se conformen, que no se limiten. Que todo lo que hagan sea porque efectivamente creen en ello, y no porque, cual seres sin alma, vayan como veletas al antojo e interés de otros. Educa a tus hijos para que sean personas con convicción y procura darle los valores suficientes para que esas convicciones respondan siempre a los más sublimes sentimientos.
Cosa difícil es ser padres. Pero ¡qué regocijo tan grande cuando, al crecer, nos sentimos orgullosos del trabajo realizado! Te recomiendo leer los siguientes artículos.
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