6 claves para conversar felizmente en familia
La comunicación es la base de toda relación. Si quieres conocer un par de consejos que podrían mejorar tu capacidad de escucha, entonces sigue leyendo.
Diana Brante Morales
Cuenta una antigua historia que los seres humanos tenían las orejas más grandes del mundo animal, que incluso superaban a las de los elefantes. Podían escuchar a kilómetros de distancia y nada se les olvidaba; eran los más buscados para entablar largas e importantes conversaciones. A medida que fue pasando el tiempo, los humanos dejaron de prestar atención a los demás, por lo que sus orejas fueron disminuyendo de tamaño hasta llegar al que conocemos hoy.
De modo semejante, cada día vamos olvidando lo importante que es intercambiar sentimientos, pensamientos y opiniones con quienes nos rodean. Si nos diéramos el tiempo de escuchar con atención cada comentario que recibimos, seríamos capaces de generar relaciones estables y duraderas basadas en la comunicación y la honestidad.
Mi esposo siempre dice que tengo mi propio idioma; en más de una oportunidad le he dicho: “Me pasas el tenedor” cuando lo que quiero pedir es la cuchara. Por más gracioso que nos parezca, se me ha hecho difícil sostener conversaciones entendibles con personas a las que recién voy conociendo, pero me esfuerzo no solo para que mi cerebro le mande las señales correctas a mi boca, sino también para lograr expresar lo que estoy diciendo a través de mi cuerpo.
La comunicación ha sido desde siempre un pilar fundamental en las relaciones. Muchas personas buscan aprender nuevos idiomas con la finalidad de abrir puertas en otros países, pero la comunicación no solo es verbal, sino también corporal.
Te comparto algunos de los factores más importantes al momento de expresarnos y de estar frente a frente con alguien:
Lenguaje corporal
Nuestro cuerpo refleja el interés o desinterés que sentimos hacia lo que estamos recibiendo: por ejemplo, al estar con las manos en la cintura demostramos enfrentamiento, pero las manos a los lados, en nuestras caderas, permiten al emisor poder entregarnos un mensaje más completo.
Lenguaje y cercanía
No solo debemos conversar en el mismo idioma, sino utilizar un lenguaje que ambos entendamos, evitar el manejo de palabras con doble interpretación o que pudiesen hacer sentir mal a quien nos escucha.
Canal del mensaje
Si lo que buscamos es tener una conversación seria, no podemos elegir una discoteca o un lugar bullicioso para llevarla a cabo, ya que los distractores impedirán que el mensaje llegue de la forma correcta.
Mensaje
Aunque pareciera ser lo más importante, el mensaje por sí solo resulta inútil. Si no tomamos en cuenta todos los detalles anteriores, lo que digamos perderá su valor en la conversación.
La comunicación, el arte de saber escuchar, puede provocar un gran cambio no solo en nuestra vida, sino también en la de las personas que nos rodean. Por eso, ten en cuenta estos pequeños consejos al momento de involucrarte en una conversación:
Aprender a escuchar
Ser capaz de concentrar toda tu atención en la persona que tienes enfrente, tomar notas mentales de lo que escuchas y responder con honestidad, pero respetando sus sentimientos.
Escucha empática
No solo ponerte en los zapatos de quien te está hablando, sino buscar sentir como está sintiendo.
Características que determinan la recepción del mensaje
Una conversación productiva debe tener al menos dos interlocutores, un mensaje claro, lenguaje que todos los involucrados comprendan y un medio adecuado para que el mensaje se transmita completo y correctamente.
Una buena comunicación es y será siempre la base de toda relación fructífera, pues a través de ella se puede manifestar el amor, enfrentar los problemas y encontrar una solución donde todas las partes salgan beneficiadas.