6 maneras de decirle “¡Gracias!” a tus padres
A veces es difícil valorar el esfuerzo que hacen nuestras madres por entregarnos todo lo necesario, en especial cuando somos pequeños, pero a medida que vamos creciendo logramos entender lo que han hecho y el por qué.
Diana Brante Morales
Recuerdo que cuando era pequeña, más de lo que soy ahora, sufría mucho por no tener a mi mamá conmigo a cada momento. Mi mamá trabajaba, y yo muchas veces no la veía en todo el día y debía estar bajo el cuidado de mi abuela. Llegué a pensar que no me quería, que evitaba estar junto a mí porque no le caía bien o incluso, que se arrepentía de tenerme como hija.
Tiempo después me di cuenta de que estaba equivocada, mi mamá sí me quería, y mucho. Todos los días se levantaba a las 6 de la mañana para ir a trabajar y luego salía del trabajo para correr a clases hasta las 11 de la noche. Cuando lo supe, todo comenzó a ser más claro, por eso sólo la veía dormida, el esfuerzo que hacía por mí no era natural, estaba durmiendo menos horas de las necesarias y su cuerpo le “pasaba la cuenta”.
Hoy, que soy madre, me doy cuenta de lo poco que la valoré cuando era niña. No justifico mi actuar y creo que a más de uno nos ha pasado que vemos sólo la mitad del paisaje. Y aunque a veces dejamos pasar años sin agradecer a nuestros padres, ¡ánimo, no todo está perdido! Aquí te dejo algunas recomendaciones para agradecer a tus padres por su dedicación.
1. No te canses de decirles: “Te quiero”
A todos nos gusta escuchar cuánto nos quieren y nuestros padres no son la excepción a la regla. Decirles y demostrarles nuestro aprecio, cariño y amor por ellos es una de las tantas formas de agradecerles lo que han hecho por nosotros.
2. No dejes de mostrarles gratitud
Asumimos que lo que nos entregan es lo que nos “deben dar”, por lo que muchas veces ignoramos esta tan preciada e importante frase. Dar las gracias es una parte fundamental para hacerle saber a nuestros padres lo importantes que son.
3. Hazles saber que te sientes orgullosa de ellos
Expresa tu gratitud hacia tus padres enfatizando en sus logros, en lo bien que lo han hecho, en todo lo que te han dado y has logrado gracias a ellos. Deja de lado los errores, pues son lecciones que la vida nos da para ser mejores. Los padres siempre quieren darnos más de lo que ellos tuvieron y por esto su sacrificio es tan grande.
4. De vez en vez, dales un regalo sorpresa
No es necesario que sea un auto, una casa o un viaje por el Caribe. A veces basta con pequeños detalles que dicen “Te quiero” y les sacan una sonrisa. Recuerda que cuando fuiste más pequeño quizás sacaste el segundo lugar y tu mamá te compró un helado para subirte el ánimo, ahora es tu turno de subirle el ánimo.
5. Sé generosa con tu tiempo
Si hay algo que el dinero no puede comprar es el tiempo, el estar a su lado, acompañarlos, permitirles seguir siendo parte de tu vida aunque ya no sean tan activos como antes, aunque ahora debas ir a buscarlos y a dejarlos a casa o se queden dormidos mientras los demás conversan.
6. No les pidas cambios
Puede que no sean los más tecnológicos ni los más simpáticos del grupo, pero son tus padres. Ámalos así como son y respétalos por lo que representan, no intentes cambiarlos pues sólo conseguirás disgustos, discusiones y perder tiempo que podrías aprovechar con ellos.
Como dice el dicho, “A lo hecho, pecho”: dejemos el pasado atrás, pero siempre es buen momento para hacer un cambio. Si no fuiste el mejor hijo o la mejor hija del mundo, aún estás a tiempo de demostrarle y agradecerle a tus padres por lo que te han entregado, ellos son quienes han pavimentado el camino para que hacer más fácil nuestro andar. Disfrútalos más y critícalos menos, pues cuando ya no estén te arrepentirás de lo que no has hecho.