Sé millenial y vive para contarlo
Los millenials (hijos del milenio) tienen un lado oscuro que debe corregirse, pues las consecuencias las sufrirán en carne propia en un futuro no muy lejano.
Yordy Giraldo
Los hijos del milenio (los llamados millenials) son, en números cerrados, una generación nacida entre la década de los 80 y el año 2000. Son personas que se consideran políticos independientes, pero que son totalmente dependientes tecnológicos, cuyas decisiones están basadas, sobre todo, en evaluaciones de primera mano, y que desconfían del marketing, pese a que viven atentos a las nuevas tendencias.
Les gusta ser protagonistas, involucrarse en las experiencias, sentir que son tomados en cuenta, se mantienen informados, y tienen una visión de compromiso social. Para ellos los negocios son más una relación rentable -pero relación al fin y al cabo- que sólo un intercambio económico. Hasta aquí todo bien, en términos generales.
Sin embargo, y aunque existe un auge alrededor de ellos por todos los cambios que su visión del mundo ha generado, lo cierto es que también tienen su lado oscuro, un lado que de no corregirse las consecuencias las sufrirán en carne propia en un futuro no muy lejano.
Tú que me lees con seguridad perteneces a este grupo, y si no tú, tus hijos sí. Lo primero es que no malinterpretes mis palabras, sino que seas consciente y tomes cartas en el asunto para que cuando llegue la Generación Z, hayas labrado tu futuro.
Sé millenial, y vive para contarlo
Cultiva el espíritu
Que el número de personas que profesan alguna religión ha disminuido no es secreto y no soy quien para decir en qué o en quién creer, pero la falta de espiritualidad y el exceso de individualismo nos está deshumanizando. Apuesta más a la espiritualidad, que un cuerpo sin sentimientos es un cascarón vacío y una sociedad deshumanizada está condenada al fracaso y la barbarie.
Madurar no es tan malo
El miedo a asumir responsabilidades a futuro es un rasgo predominante en los millenials. Aunque está perfecto vivir el momento y acumular cada vez más experiencias y menos objetos, lo cierto es que no tendremos 20 años toda la vida, y si no guardas para el futuro, no habrá tal.
Sencillito y carismático
El narcisismo es la gripe de los millenials, la padecen con regularidad y esto se debe a que las redes sociales son la forma en que se comunican, que es proclive a la presunción o, por el contrario, a ocultarse si les conviene. Es importante, sin embargo, que dejemos de ver tanto nuestra propia imagen, la interacción real -es decir, interactuar con las personas, conversar y relacionarse- estimula las hormonas de buen humor.
Inhala y exhala
La impaciencia es típica de este grupo social, y el problema con esto es que no logran ser constantes en nada, entiéndase relaciones personales, laborales, planes a largo plazo. No todo tiene que ser ahora, de modo que tómate tu tiempo, porque cuando éste se acabe no habrá vuelta de hoja.
Nacemos para ser semilla
Soy ferviente promotora de la maternidad responsable, algo que para muchos hoy es sinónimo de no tener hijos, y nada que ver con eso. Nos guste o no nacemos para semilla, de nuestra reproducción depende nuestra especie. Renegar de ella es renegar de nosotros, millenial o no.
Por supuesto que el mundo es vasto y que las brechas económicas y sociales a lo largo y ancho crean diferencias a veces enormes incluso entre personas contemporáneas, pero lo cierto es que los millenials son hoy por hoy el futuro, de allí la relevancia de que pongan un poco de luz sobre su lado oscuro, sólo así podrán vivir para contarlo.
