Conoce lo bueno y lo malo de la crianza paterna para que seas un buen padre

¿Quieres ser un buen padre y estás un poco perdido? Este artículo puede aclararte un poco el panorama: ¿conoces lo bueno y lo malo de ser padre?

Erika Otero Romero

Existe una labor más compleja que todas en la vida de un hombre: el rol de ser padre. Por esa razón, me sorprende que algunos jóvenes se lo tomen a la ligera y suelten, sin medir las consecuencias de sus palabras, frases como “Cada hijo viene con un pan (una torta) bajo el brazo”, en el sentido de que la labor de un padre es solo ser un proveedor y que el sustento, de cualquier manera llega, como caído del cielo, cuando en verdad el dicho quiere decir que cada hijo trae una serie de bendiciones del cielo para los padres.

Si la crianza de un hijo consistiera únicamente en darle comida como se alimenta a un rebaño de ovejas con pasto, pues uno diría “aplica”, “adelante”; pero criar no es solo alimentar el cuerpo, sino el alma, el cerebro, el corazón y la vida entera. En este aspecto, no cualquiera está preparado para ser padre. Es un hecho que cuando nace un hijo nace, al mismo tiempo, un padre y a veces se sigue un ejemplo o bien, se va aprendiendo en el camino.

Como primera medida para convertirte en el padre que esperas llegar a ser, lo que debes hacer es seguir el ejemplo del tuyo, esto debería hacer la tarea más fácil; sin embargo, también es una gran verdad que no todas las personas tuvieron un buen ejemplo en casa, entonces quedan la disposición propia y el instinto de ser el mejor padre que se pueda, en un intento de convertirte en el papá que te hubiera gustado tener.

Por esa razón me tomo el atrevimiento de darte algunos consejos que pueden ayudarte en esta labor tan bella como complicada de ser un buen padre, y que puedas dimensionar lo que es bueno y lo que es malo en este ámbito:

Sabrás que no es solo cuestión de dar dinero “para la causa”

Como lo señalé en el primer párrafo, no se trata solo de dar dinero como alguien que alimenta a una mascota. Es cuestión de proveer valores, responsabilidades, confianza, amor y tiempo en la justa medida. Ponte en el lugar de tu hijo y reflexiona sobre cómo se siente ante ti como padre, y eso te dará la respuesta sobre la manera en que estás ejerciendo tu rol paterno.

Tienes la libertad de ser tan tierno y tan niño como tus hijos

No temas ser un niño de 8 o 10 años cuando estás con tus hijos en momentos de juego y recreación. Aligera la carga laboral y los problemas déjalos a la entrada de tu casa (de la puerta para afuera), ya que los chicos son los últimos responsables de tus dificultades de adulto. Si haces lo anterior, te aseguro que el vínculo será mucho más fuerte y tendrás una visión diferente del mundo.

Ejerce la disciplina de forma justa

No castigues o riñas a tus niños por nimiedades: si rompieron un jarrón en medio de un juego infantil o perdieron (reprobaron) una materia en la escuela, hay cuestiones mucho más graves que esas como la deshonestidad o la falta de respeto a los adultos (desobediencia) y a sus pares. No es cosa de alcahuetearles los daños o el bajo rendimiento escolar, pero esas situaciones se pueden solucionar hablándolas de manera clara y ayudándoles en sus estudios, reforzando sus habilidades y conocimientos. Disciplina con sabiduría y tus hijos te lo agradecerán.

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Cría con amor, no con miedo

No hay nada más terrible que un hijo te obedezca por miedo a los golpes o gritos y no por el amor y respeto que le inspiras. Si golpeas o insultas a tus chicos por cada cosa mal que hagan, lo que estarás haciendo es grabar en sus cabezas que a papá hay que tenerle miedo y, a la larga, lo único que sentirán por ti será resentimiento, rabia y deseos de evitarte. El amor es la mejor herramienta.

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Puedes ser amigo, pero DEBES ser padre siempre

Tengan confianza el uno en el otro, pero jamás olvides que antes de ser el mejor amigo eres el padre. Confía y aconseja como amigo, pero siempre con la inteligencia y sabiduría de un papá que sabe las consecuencias que acarrean las malas decisiones, gracias a que eres un hombre hecho y derecho.

Tu hijo seguirá tu ejemplo, cuida tus pasos

Si deseas que tu hijo fume, fuma; si quieres que consuma licor cada ocho días y llegue tarde a casa, hazlo y verás cómo aprenderá rápido que, según su padre, ese camino es el indicado. Tu hijo te verá como ejemplo y querrá hacer lo que tú hagas, lo bueno y lo malo. Así que elige bien, escoge a conciencia y la felicidad vendrá por sí sola.

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Sé que hay muchas aristas más que podrían decirse del tema, pero con seguridad puedo decir que si eres padre o estás en vías de serlo haz lo contrario a lo “malo” que hizo tu padre, perdona y no repitas el patrón. Sí, tus hijos siempre traerán una torta bajo el brazo. Una torta de esperanzas, de amor, de unidad, de bendiciones del Cielo. Por lo mismo, te invito a que disfrutes de tus hijos y seas feliz, al hacerles felices.

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.