Diferenciar el amor del enamoramiento puede salvar tu matrimonio

No confundas el amor de verdad con el enamoramiento. Distinguirlos puede salvar tu relación.

Erika Otero Romero

Algo que me sorprende es que a plena luz del siglo 21 aún existan personas que insisten en vender a la juventud relatos de princesas sufridas, que gracias a que encuentran a su príncipe ideal pueden empezar a construir una historia de amor imperturbable. No es con ánimo de dañar las ilusiones de nadie, pero la vida real y aún más, la que tiene que ver con el aspecto afectivo de los seres humanos, tiene de todo menos ser el mundo fantástico de un cuento de hadas.

Culpo a esos cuentos porque debido a ellos he visto sufrir a muchas mujeres que se casan con los ojos vendados debido a esa ilusión. Quizá sea culpa de ellas por ser tan ingenuas, o tal vez solo quisieron creer que el amor era algo así; solo que les falló el intento y se dieron cuenta a través de una dolorosa pero real experiencia que el amor real es más doloroso de lo que esperan.

El asunto radica en que muchas personas al contraer matrimonio lo hacen estando enamoradas, lo cual no es para nada ilógico. La situación es que esa fase de enamoramiento acaba y por lo general, si la pareja no tiene la suficiente madurez emocional para reconocer que está pasando por una fase temporal, crea una falsa expectativa que termina por desilusionar. Con el paso del tiempo, el enamoramiento va convirtiéndose en amor real y da paso a otro tipo de vivencias y sensaciones ligadas a la madurez, adaptación y a la costumbre; pero para quienes no lo saben, este proceso puede ser una de las peores experiencias de la vida.

Es por la anterior razón que me atreveré a ofrecerte algunos parámetros para que diferencies cómo es estar enamorado de alguien y cómo es amar a ese alguien.

CUANDO ESTÁS ENAMORADA DE ALGUIEN

1. La persona se vuelve “algo” por conseguir

Sé cómo suena eso, pero no por negarlo o no admitirlo va a ser menos real. Cuando te enamoras de alguien, deseas poseer a esa otra persona como si se tratara de un objeto porque sientes que tu felicidad depende de su presencia en tu vida.

2. Los sentimientos son intensos

Sabes que estás enamorada porque tus emociones siempre están activadas y es tal el cúmulo de sensaciones que no deseas que ese estado constante de emoción positiva te abandone.

3. Ante tus ojos no tiene defectos

El enamoramiento hace que veas a esa persona de manera ideal. Puedes ser conocedora de sus peores defectos, pero para ti son mínimos e incluso lo hace más atractivo e incluso los justificas.

4. No hay control sobre el tiempo

Da igual si al otro día debes ir a trabajar o tienes un examen decisivo, a ti lo único que te importa es pasar todo el tiempo con él; sabes que es insensato, sin embargo, en esos momentos lo único que deseas es estar con esa persona.

5. Sientes que lo necesitas para ser feliz

Momentos que pasas sin él son instantes donde te sientes incompleto, no infeliz pero sí notas la diferencia que hay en tus emociones de cuando estás con él y cuando no. Lo único que deseas es tener esa sensación de felicidad que su presencia te proporciona.

CUANDO AMAS A ALGUIEN

1. Te has dado cuenta que tu afecto no es algo visceral

En el enamoramiento, las personas suelen decir que sienten mariposas en el estómago. En el amor, el afecto trasciende lo físico. Es una compilación emociones, sentimientos y pensamientos que no se limitan en conseguir a alguien sino en compartir con la otra persona, y que los hará felices a ambos en vez de a una sola de las partes.

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2. Reconoces la imperfección en él

Conoces sus defectos y los aceptas, sin embargo, no te limitas a ellos, al contrario, logras ver la persona que él puede llegar a ser y juntos trabajan para ser mejores como personas y como pareja.

3. Quieres que esa persona sea parte de tu vida

¡Ojo! Pero no porque sea un objeto, sino por qué quieres compartir con él y que sea parte de tu vida, porque deseas entregarle una parte de ti.

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4. Cuando amas haces sacrificios

Llegarás al punto de dejar de hacer cosas que te gustaban, no porque él te obligue, sino para hacer cosas juntos. En ocasiones esos sacrificios tienen que ver con reconocer la libertad del otro y dejarlo partir.

Si tienes un amor así, jamás lo dejes ir

Estar enamorado no es malo, pese a eso no se puede sublimar con el amor. El primero da paso al segundo y lo que debes hacer es luchar para mantenerse juntos en el momento que el enamoramiento ceda espacio al amor. Si logras esa transición, no te aseguro el fin de un cuento de hadas, pero sí una relación estable, feliz y eterna.

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.