El orgullo es el veneno de cualquier relación
Todos los venenos dañan, sin embargo, este veneno es fatal en cualquier relación.
Denhi Chaney
¿Qué es un veneno? El veneno es una toxina que tienen diferentes tipos de animales que usan con el fin de causar daño para inmovilizar, lastimar o hasta matar a una presa o algo que los tiene amenazados. O bien, puede ser un químico que se consume y causa daño a nuestro cuerpo y que también lo inmoviliza, lastima y puede causar hasta la muerte. Aunque existen varios tipos de veneno, la realidad es que todos destruyen, aunque en el momento sean usados como defensa. Esto aplica a cualquier relación, si consideras que tu relación está al borde de romperse te puedo garantizar que uno de tus problemas es este veneno: el orgullo.
El orgullo es el veneno de cualquier relación porque así como ocurre en el mundo animal, éste paraliza, lastima y puede hasta matar el amor que en un tiempo se tenían. A comparación de muchos venenos en donde puedes ver sus efectos en cuestión de segundos, el veneno en la relación de pareja es lento y casi invisible. Éste se toma su tiempo en destruir el amor y cuando uno puede ver sus efectos es casi demasiado tarde para hacer algo al respecto. A continuación te muestro algunas señales que te dirán si este veneno se encuentra en tu relación y cuál es su antídoto.
1. Piensas solo en lo que tú quieres
Si te has dado cuenta que la mayoría del tiempo estás pensando solo en lo que tú quieres y lo que tu deseas, es tiempo de contemplar que el orgullo te está impidiendo pensar en lo que tu pareja quiere y —más que nada— necesita. El antídoto para este veneno, es la empatía ya que ésta te permite sentir lo que tu pareja siente, ponerte en sus zapatos y considerar sus deseos y no solo los tuyos.
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2. Tienes una lista de todo lo malo que ves en tu pareja
Si tienes una lista mental de todos los defectos de tu pareja, es tiempo de tomarte un buen antídoto en contra del veneno de tu relación. Es obvio que el pensar solo en los defectos no te permite pensar en sus virtudes, ya que sí, incluso tu pareja tiene aspectos positivos. El antídoto es tener compasión, ya que el tenerla te permite ver a tu pareja como alguien imperfecto —tal como tú lo eres— y apreciar aquellas virtudes que hicieron que te enamoraras en un principio.
3. Te rehúsas a perdonar
Una de las formas más fáciles de ver que existe el orgullo es cuando tu pareja ya ha pedido perdón —o aun cuando no lo ha hecho— y te rehúsas a perdonar. El hacerlo salva cualquier relación; en realidad no perdonar hace que exista el resentimiento que es otro veneno letal y que lleva a que cualquier relación termine. No es sorprendente que el antídoto a este veneno es el mismo perdón, tú sabes qué es lo que necesitas hacer, solo es cuestión de decidirlo.
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4. Te rehúsas a pedir perdón
De la misma forma, el pedir perdón es esencial para que tu relación sobreviva. El mensaje que mandas al no pedir perdón es que eres perfecta, lo cual sabemos que no es cierto. Pide perdón aun cuando no haya sido tu intención lastimar sus sentimientos, pero si lo hiciste, pedir perdón demuestra que te lo que siente y la relación en sí. El antídoto para este veneno es la humildad, ya que se requiere de mucha humildad para pedir perdón aun cuando sentimos que estamos en lo correcto.
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No dejes que el veneno del orgullo invada cada parte de tu relación. Considera que todos tenemos orgullo en nuestro corazón pero es nuestra decisión qué hacer con él y eliminarlo cuando es necesario. Practica cada antídoto y pronto te darás cuenta que tu relación tiene anticuerpos en contra del orgullo.