Los efectos curativos del perdón
Tal vez te hayas hecho ideas de lo que significa perdonar y, por estar buscándole sentido, te has olvidado de practicarlo. Aquí te comparto lo que yo descubrí y pude poner en acción para cambiar radicalmente mi vida.
Julia Tort Rodriguez
Hace muchos años cuando escuchaba algo acerca del perdón me preguntaba: ¿Es dejar a otro que se salga con la suya, impunemente? ¿Hacerme tonta y pasar por alto el daño que hizo otro? ¿Fingir que no me duele? ¿Ignorar algún acto doloso hacia mi persona? ¡Qué lejos estaba del real y profundo significado del perdón!
Es complejo explicar todo lo que encierra el perdón como acción o proceso y por tal motivo lo que haré es compartirte —desde mi experiencia— qué es lo que ha sido para mí. Por ejemplo, en mi esfuerzo por darle un sentido entendí que el perdón:
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Es el acto más grande de amor hacia ti mismo y nadie más.
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Perdonar no se trata del otro, sino de ti.
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Se trata de liberar la toxina más dañina de tu cuerpo.
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Habla de sanar tu cuerpo, mente y espíritu.
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Es liberación de expectativas que son nocivas.
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Es aceptar, bendecir y dejar ir, soltar, fluir.
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Es comprender tu responsabilidad en lo que estás generando en tu vida, para ti.
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Quien permanece en un estado de gracia (agradecimiento) vive en el perdón.
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Aprendí que nada que sea ajeno a mí, puede hacerme daño a menos que yo lo permita. Sin embrago, perdonar no es siempre un asunto fácil. Continuo contándote algunas cosas que he aprendido que se necesitan para realmente poder perdonar.
1. Perdonar es amar
El principal factor necesario para poder perdonar, es hacerlo “desde el amor”. Soltar cuentos e historias mentales, dejar de hacer juicios, dejar de querer tener la razón y aceptar lo que ha sucedido como tal.
2. Inteligencia emocional
La inteligencia emocional juega un papel fundamental en este proceso, porque nos sitúa en el aquí y ahora. Esto implica la capacidad para cerrar círculos de episodios pasados y soltar los apegos que te tienen atado a personas, situaciones o cosas.
3. Dejar de ser la víctima
Debes aprender a no verte como víctima, pero también a convertir la culpa en responsabilidad, para darte la posibilidad de actuar con respecto a ella. Esto conlleva la firme decisión para abandonar el resentimiento.
4. Elegir quién eres y qué quieres, humildemente
El perdón te lleva a tomar el control de tu existencia. Es decir, elegir qué es lo que quieres para tu vida hoy. Esto, por su parte, implica también una actitud de humildad, soltar el Ego. Con ello, lograrás desintoxicarte emocional, física y mentalmente.
¿Qué pasa cuando no perdonamos?
Como todo lo que dejas de atender, el sentimiento que conlleva no perdonar crece y se va de tus manos; es como una bola de nieve que va aumentando, hasta convertirse en algo que te rebasa.
Daños emocionales
La falta de perdónse convierte en deseos de venganza u odio, y éstos a su vez en rencor, que es más duradero y encierra antipatía. Y no para ahí, la antipatía se va transformando en resentimiento (estar dolido con alguien) y da como resultado amargura, manifestándose como celos, envidia, ira, etcétera. El caos en el mundo tiene su origen en los deseos de venganza nacidos desde la falta de perdón. Si ubicas que tienes varios de estos rasgos, puede que tu vida esté invadida por la amargura que trae la falta de perdón:
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Dureza y severidad en el trato con los demás; se refleja en el rostro.
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Personalidad iracunda, enojo, hostilidad.
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Hostigamiento a quienes le rodean.
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Nada les gusta y todo critican.
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Negatividad, llevan la contraria.
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Autoestima baja, se sienten rechazados.
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Cargan sentimientos de culpabilidad.
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La amargura da paso a la depresión.
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Daños físicos
Así mismo, no perdonar puede causarte daños físicos, enfermedades del cuerpo, no solo del espíritu. Por ejemplo,el resentimiento y la amargura son como cánceres que corroen tu alma y tu vitalidad. Está comprobado que perdonar tiene efectos curativos muy profundos, no solo emocionales, sino físicos. Los síntomas de enfermedad por falta de perdón pueden ser:
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Dolor crónico de espalda
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Pérdida de la memoria
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Aumento de presión arterial
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Aparición de males cardíacos
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Jaquecas, insomnios, neurosis, úlceras
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Cuadros gastrointestinales
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Colesterol elevado
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Artritis
10 consejos para liberarte del yugo que impone la falta de perdón
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Acepta lo que no puedes cambiar. Suelta lo negativo, vive tu presente y descarga el peso emocional.
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Afronta la situación, no dejes nada pendiente. Ocúpate en el momento.
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Entre más vueltas le des a la situación, más se complica. Por ello, piensa bien y planifica actuando de inmediato.
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Sé honesto y franco contigo mismo, no te engañes; suelta juicios para que veas con claridad.
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Mantén actitud serena, canaliza el estrés y permanece en calma.
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Afronta la situación sin violencia, porque puedes complicar las cosas.
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Sana el remordimiento (recuerda: “El ‘hubiera’ no existe”). Asume el compromiso de volver a comenzar como elijas en el presente, hacia donde apuntes.
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Perdona y sana.
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Rodéate de personas positivas, exitosas, recupera el optimismo y el ánimo para vivir en plenitud.
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Siempre hay una solución. Fluye y todo irá bien.
Descubre por ti mismo las dulces mieles del perdón y limpia tu vida de amargura y resentimiento. Verás cómo haciéndolo descubres la verdadera felicidad