Cómo reconocer a una persona tóxica
Las relaciones personales construyen tu vida. Descubre quiénes te rodean y cómo han impactado en tu vida.
Julia Tort Rodriguez
El ser humano es influenciable en un alto porcentaje. Jim Rohn dijo: “Tú eres el promedio de las cinco personas con quienes pasas la mayor parte de tu tiempo”. Por lo tanto, tu vida es el resultado del impacto que los demás han dejado en ti y tú has contribuido directamente en la vida de quienes te han rodeado.
Identificar cuáles de tus actitudes te están impidiendo desarrollar una buena relación con los demás, es todo un reto. Pero no es menos difícil reflexionar sobre qué personas están contribuyendo a la falta de felicidad en tu vida, debido a la influencia que han ejercido en tu manera de pensar, actuar y sentir. La buena noticia es que si tú lo eliges, lo puedes cambiar.
¿Qué es una persona tóxica?
Probablemente, una de las influencias más nocivas para cualquier persona es aquella que emana de una persona toxica. Las personas tóxicas son aquellas que, por lo general, muestran una actitud negativa ante cualquier circunstancia, carecen de inteligencia emocional y son expertos en aplicar juegos psicológicos.
Hay una lista interminable para identificarlos, pero si al menos detectas cuatro de estas características en ti, tómalo como un foco rojo para poner acción y cambiar el rumbo. Si las encuentras en las personas más cercanas a ti, debes ponerte límites contundentes para que dejen de impactar tu vida de manera negativa.
1. Todo el tiempo se quejan
Tienen apego a las cosas, a las personas y al pasado, por ello les da miedo el futuro. Hacen juicios, formulan críticas, alzan la voz, desarrollan nerviosismo, hacen bullying y utilizan el sarcasmo como una manera hiriente de expresarse. Su estado más común durante el día es el mal humor o depresión; hacen muecas y gruñidos.
2. Ofenden y agreden a otros de manera sistemática
En su manera de dirigirse a los demás, regularmente utilizan ofensas. Se resisten a perdonar y en general buscan venganza. Cuando alguien se equivoca, se burlan lo agreden verbalmente o de alguna otra manera. Etiquetan a las personas, son cínicos, buscan atención constante y son egoístas: solo su persona es importante, los demás no.
3. Recurren al dramatismo y buscan control sobre las emociones de otros
Les encanta hacer bromas pesadas, asustar a los demás. Utilizan con frecuencia la agresión corporal y/o verbal. Lucen un estado de opresión, hacen dramas y su mentalidad es hipocondriaca (creen tener enfermedades). Su tiempo lo gastan hablando o escuchando chismes, son “lleva y trae”. Su mente es inflexible y por lo regular se asumen y presentan como víctimas de sus circunstancias.
4. Exageran su sufrimiento y pueden llegar a ser crueles
Sus pláticas parecen competencias para ver a quién le va peor y merece ganarse el título de mayor dolor; por lo general, exageran su sufrimiento. Muchas veces son crueles con ellos mismos, con los demás y con los animales. Cuando escuchan que alguien quiere emprender algo o lanzarse por cosas nuevas, ven la manera de inyectar el desánimo y desaliento, pues llevan pesimismo cargando en los hombros. Son “vampiros energéticos”: te absorben y te agotan. Por lo general, son incapaces de desarrollar empatía.
Si después de leer esto has identificado que tu vida está influenciada por una persona tóxica, termina con esa relación o por lo menos desarrolla determinación para no permitir que entren a tu mente palabras y actitudes que te hagan daño. Puedes elegir decirle a esa persona, con amabilidad: “Si lo que vas a decir es positivo, constructivo y aporta algo a mi vida, te escucho. Si no, por favor no me lo digas”.
Recuerda que la mente es como un jardín, donde debes sembrar lo que deseas para obtener los frutos que de manera deliberada elegiste. Si no lo haces, por omisión se insertarán otras semillas y crecerán como maleza sin control. Por ello, elige rodearte de personas que tengan entusiasmo por la vida y muestren esperanza; acércate a aquellos que te brinden una sonrisa, sean amables, irradien luz y siempre tengan palabras de aliento para ti.
Por tu parte, sé una de esas personas. Esfuérzate por encontrarle el lado positivo a las cosas y, cuando tengas un mal día, piensa que hay algo que debes aprender de la experiencia. Selecciona qué vas a escuchar, a quién le prestarás atención y lo que vas a decir. Todo aquello que salga de tu boca que sea para convertirte en mejor persona y contribuir a que otros lo sean.
Julia Tort Rodriguez
Dedicada al desarrollo humano en diversas áreas. Lic. en Educ Preescolar y Psicología, graduada en liderazgo transformacional, con estudios de PNL, asesora, orientadora, conferencista y Madre de 3 hijos, Mexicana e-mail:
