Mensaje de una ama de casa para ti: cómo demostrarle a tu esposa que en verdad la amas

¿Quieres que tu esposa te dedique más tiempo y atención? Aquí te cuento cómo lograrlo.

Jill Meyer

¿Te gustaría que tu esposa tuviera más energía para ti al final de un día muy atareado? ¿Deseas sentir que eres su prioridad, al menos una hora o dos al día? ¿Quieres sentirte de la manera que lo hacías cuando recién se casaron, antes de los asuntos domésticos, los niños y las incontables responsabilidades que se presentaron en sus vidas? Sigue leyendo y descubre cómo puedes lograrlo.

1. La gratitud es la clave

El primer paso de este poderoso ejercicio es buscar y apreciar esas cosas por ti mismo, o incluso hacer una lista. El segundo paso es expresarle a tu esposa de manera verbal lo que apreciaste y escribiste en tu lista; ya luego la verás rendida de amor por ti. Ambas fases lograrán grandes cambios en las actitudes de ambos.

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2. Tu esposa considera que está atrapada

Para continuar, se necesita un poco de comprensión hacia los puntos de vista de tu esposa para poder asimilar todo lo que ella hace por ti. Como amas de casa, las mujeres nos enfocamos con frecuencia -o incluso, nos obsesionamos- con un sinfín de tareas domésticas que requieren nuestra atención. Nos hacemos expertas en ocuparnos de los detalles y en verdad disfrutamos cuidar de las personas que nos importan, intentando facilitarles la vida. Tanto les facilitamos la vida, que ellos no notan todo lo que hacemos. Esa es la trampa en las que nos colocamos a nosotras mismas, una trampa que casi ningún hombre sabe que existe.

Desde que nos levantamos hasta el momento que nos dormimos, estamos pensando: “¿Tendré tiempo para comprar el detergente para la ropa de mi esposo, de manera que tenga sus camisas limpias gracias a esa compra? ¿Habrá suficientes carnes frías para los emparedados para el almuerzo? ¿Qué podré preparar de comer mañana, que sea fácil y rápido, para cuando regrese de la junta de padres de familia en la escuela? Tengo que recordar pagar el recibo de la luz, porque ya casi es fecha de su vencimiento. Si me duermo un poco más tarde, podré terminar la colcha que empecé para la fiesta de regalos del bebé de mi sobrina, este fin de semana”.

Y así continuamos una y otra vez, como mecanismo de un reloj. Algunas veces, no podemos detenernos nosotras mismas. Nos volvemos adictas a nuestro súper poder de alta eficiencia. No podemos desconectarnos de la lista interminable de detalles y las multitareas fluyen en nuestra mente de manera constante, manejando nuestra vida. Queremos hacer un buen trabajo y, cuando lo hacemos, nadie lo nota, precisamente porque lo hacemos muy bien. Así, estamos atrapadas de nuevo.

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3. Esposa infeliz, vida infeliz

Finalmente estamos sobrecargadas y un pequeño detalle nos saca de nuestras casillas. Alguien que no colgó su abrigo o no cambió el papel del baño, y de manera instantánea nos transformamos en un ama de casa rezongona y cansada. Las misma casa y sus labores saben que la marea ha cambiado; sin embargo, la familia, y en especial el marido, se queda rascándose la cabeza y preguntándose lo que sucedió, con la esperanza de que regrese la súper mamá a sus cabales pronto, de manera que la vida continúe de manera normal.

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La solución en dos partes es simple

Parte 1

Saca a tu esposa a pasear. Aléjala de su lista sin fin de tareas por hacer, llamadas telefónicas, niños que alimentar, desorden que limpiar. Sácala a una cita. Llévala a donde sea: al parque, a un restaurante elegante, por comida rápida para llevar, a la nevería, al campo, a un hotel. El lugar no es importante, solo debes entender que tu esposa no se puede relajar en su propio hogar, porque realmente es su lugar de trabajo las 24 horas de día, durante los siete días de la semana. Para cambiar su humor, cámbiale el escenario. Sácala de su propia trampa, con ello avanzarás un largo camino y a tu favor.

Parte 2

Entiende que los sentimientos que se dan por hecho agotan la energía de tu esposa. Sentirse Cenicienta es algo que la apaga. Aquí es cuando tu lista empieza a tener importancia (me refiero a la lista que te he sugerido, donde registres las cosas que ella hace por ti y tu familia). Tienes el poder de transformar a tu mujer de una Cenicienta rezongona a una princesa divina. Con tan solo ser consciente de sus esfuerzos para tu bienestar, conviertes sus esfuerzos invisibles en aprecio y elogios visibles. Es lo que ella está esperando.

Dale las gracias por lavar tu ropa, por hacer almuerzos saludables y económicos para los niños, por preparar el desayuno antes de las 7:00 a. m. Dile que aprecias lo limpios que están los pisos, el lavabo, el baño, la ropa. Exprésale tu admiración sobre cómo trabaja junto a los niños en sus tareas escolares y en las lecciones extraescolares, los berrinches y dramas escolares. Hazle cumplidos sobre la manera que lucen sus ojos, tan bellos como el día que la conociste. Dile que te casarías con ella de nuevo.

Pero no solo copies las palabras que he escrito aquí. Encuentra las cosas que en verdad siente tu corazón y que aprecias de ella, cosas que tal vez no habías notado, cosas que no has expresado antes. Ella podrá intuir la diferencia. Tu sinceridad la hará sentirse en las nubes, de manera literal. Expresando lo que siente tu corazón y tu admiración, le darás más energía de la que ha tenido en años y, lo mejor, no te costará un centavo.

¿Qué es lo que estas esperando? Saca lápiz y papel. Empieza por observar las cosas que puedes apreciar en tu esposa y prepárate para el alto voltaje de amor que empezará a fluir.

Traducido y adaptado por Myrna del Carmen Flores,de A message from a housewife to all husbands: How to show your wife you truly love her, de Jill Meyer._

Jill Meyer

Jill Meyer, a devoted wife and mother of two teenagers, is a perpetual student of life and passionate seeker of optimal health and upliftment for herself and others.