Consejos para que los niños no tengan miedo a la oscuridad

Es común que los niños tengan miedo a la oscuridad, observa algunas claves para quitar este miedo.

Arturo Leonardo

Crecer no es un tema fácil, a ninguna edad. Ahora imagínate cuando todo —absolutamente todo— es nuevo. Es muy sencillo y común que el miedo (o angustia) aparezca en los niños de diferentes formas. Una de las más comunes es el miedo a la oscuridad. Un niño necesita dormir por lo menos sus ocho diarias, y para ello tiene que sentirse seguro y protegido. Los padres tienen que pensar en cómo adaptarle su cuarto de la mejor forma, para que tenga la seguridad que necesita.

Los especialistas podrán decir que la mejor forma para conciliar el sueño es apagar la luz, ya que si no se apaga, la hormona que favorece al descanso, la melatonina, puede verse afectada. Pero entonces entra el conflicto del miedo a la oscuridad para un pequeño.

No ver nada es un evento complicado de entender para los niños (e incluso para los no tan niños): la oscuridad se puede relacionar con el miedo a separase en definitiva de los seres queridos o a la aparición de cosas extrañas e inexplicables.

Si tu hijo está pasando por esta etapa difícil, comparto contigo estos consejos que pueden ser útiles para ayudarle a perder el miedo a la oscuridad.

Pesadillas y terrores nocturnos

Colocar cerca una lámpara

Una pequeña lámpara o foco es un excelente comienzo. Inclusive, hagan una actividad familiar y vayan a comprarla juntos; que el pequeño escoja (en la medida de lo posible) su propia lámpara, puede ayudar en gran medida. Existen muchas de diversas formas y decorados.

Cuéntale un cuento

Puedes comenzar a relacionar la actividad de dormir con la de lectura; así, antes de dormir puedes contarle una historia en la que, de forma que no sabrá cómo, le digas que la oscuridad es algo normal. Puedes incluir un súper héroe, por ejemplo, que vence el temor a la oscuridad cada noche.

¿Ya sabes que cuento leerán hoy?

Adapta el cuarto

Hay que tener muy abiertos los ojos y revisar su cuarto, quizá sin saberlo hay algunos elementos que combinados con un destello, pueden crear sombras macabras. Revisa la iluminación y cómo se meten las ráfagas de luz a su habitación. También revisa si no hay algo que pueda caerse y hacer un ruido inesperado, que podría alterar el sueño y los nervios del pequeño.

Una casa con niños necesita estas adaptaciones

Acostúmbralo en el día

Busca crear actividades en las que metas a tema la oscuridad y la hagas ver como algo normal. Jugar bajo las sábanas con el pequeño o meterse abajo de la cama podría ayudar a acostumbrarlo a la ausencia de luz. Hay juegos como “la gallina ciega” o “las escondidas” que también pueden ayudarte a relacionarlo con la oscuridad de una forma divertida.

Recuerda que lo más importante es mantener la comunicación abierta e incitarlo a que te platique absolutamente todo lo que siente. No hay que hacer menos sus preocupaciones y miedos; trata de entenderlo lo más posible, que a fin de cuentas, también fuiste niño.

Arturo Leonardo

Comunicador fanático de sus hijos a quienes les relata día a día sus aventuras de música y deportes, gusta de leer lo que se cruce en su camino, piensa que el acto más revolucionario que puede existir es el de reír.