4 efectos benéficos de la humildad

¿Has perdido amistades o te has alejado de tu familia debido al orgullo? Este artículo te ayudará a comprender la importancia de ser humilde.

Erika Otero Romero

Todos hemos oído hablar de la humildad. Sabemos que ésta es el resultado de abandonar el orgullo. Lograr lo anterior requiere de mucho esfuerzo y valor, ya que el orgullo en la mayoría de las ocasiones es usado por las personas como un escudo protector para no mostrar su lado frágil. Sin embargo, en ese intento por protegerse, lo que logran es alejar a quienes les rodean porque se tornan insoportables debido a esa actitud. El orgullo tiene muchas caras, ejemplo de ello es la vanidad, la arrogancia, la soberbia y el egocentrismo.

Todos conocemos a alguna persona con esas características y estoy segura que estarás de acuerdo conmigo en que —quien tiene esas cualidades— resulta bastante difícil de tratar e inevitablemente, a la larga la soledad termina siendo su única amiga. Por fortuna, la vida es sabia y generosa: continuamente nos da lecciones de humildad, que nos obligan a cambiar y ser una mejor versión de una misma. Incluso, si una no aprende la lección, nos hace pasar una y otra vez por duras experiencias, hasta que uno aprende la lección y cambia tu orgullo por humildad. Yo puedo darte fe de que esa es una situación en extremo dolorosa.

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No creas que ser humilde es algo malo y que deja expuesta tu naturaleza humana y sensibilidad. Al contrario, ser humilde requiere de nobleza para reconocer que te has equivocado o que has herido a alguien y que debes pedir perdón por ello.

Efectos benéficos de la humildad

Si optas por vencer tu orgullo, te darás cuenta que tendrás más beneficios que aspectos en tu contra y que éstos harán de tu paso por la vida una experiencia digna de recordar y compartir. Aquí te comparto algunos de los beneficios de ser humilde:

1. Mejorará la relación con tus seres amados

Al ser humilde, lograrás controlar tu mal humor en momentos que se presenten pequeños enfrentamientos o diferencias de opiniones, que al ser dominados por el orgullo se volverían pequeñas guerras que podrían separar a la familia.

2. Estarás lista para ser un excelente padre o madre

No es que por no ser humilde no puedas ser un buen ejemplo. Pero el orgullo sí hará que inculques en tus hijos que deben estar a la defensiva y mostrarse ante sus amigos como “seres superiores”. En su lugar, la humildad te permitirá reconocer que como padre o madre también cometes errores y ese mensaje será el que trasmitirás a tus hijos. Les harás saber que es preciso reconocer que no se es perfecto y que siempre se puede ser feliz si se es humilde.

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3. Estarás más dispuesto a aprender de los demás

Al saberse imperfecto, el deseo de aprender de las experiencias de quienes te rodean surgirá en ti. Así, tendrás disposición para sacar el mejor partido de las enseñanzas que puedas absorber de quienes amas, es quizá lo que se llama experiencia de vida.

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4. Aprenderás a reconocer el momento adecuado para frenar o comenzar algo

El orgullo no sabe de límites, mientras que la humildad es todo lo contrario. Una persona que es humilde sabrá cuando callar y cuando hablar en una discusión, será conocedora del momento oportuno para ceder terreno o seguir avanzando en pro de sus sueños y metas.

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Jamás creas que ser humilde es igual a ser pobre de espíritu o débil. La humildad es un aspecto digno de admirar y de emular. Generalmente, una persona con esta característica ha pasado por duras y fuertes pruebas, debido a que antes (posiblemente) era alguien orgulloso y recibió fuertes golpes de la vida antes de que llegara a desarrollar la humildad. Tú decides el camino que quieres tomar para llegar a serlo.

Erika Otero Romero

Psicóloga con experiencia en trabajo con comunidades, niños y adolescentes en riesgo.